Es un estilo originario en Gran Bretaña, haciendo referencia a las grandes casas de campo, donde predominaba los elementos antiguos con modernos, de ahí proviene el nombre, Shabby hace referencia a desgastado y Chic a elegante y sofisticado.
Elegir este estilo es apostar por la elegancia, la calidez y la feminidad, con ese toque del pasado.
Ahora vamos a centrarnos detalle a detalle:
En referencia a los colores, el color blanco es el predominante en este estilo, combinado con colores pasteles como azul, rosa, verde… y siempre huyendo de los colores oscuros. La clave está en tonalidades claras para conseguir esa sensación alegre y luminosa de un feliz día en el campo.
Los muebles en su mayoría son de madera y hierro, siempre con un aire envejecido. Respecto a la madera, se suele usar en tonos claros, como el blanco, aunque también se puede optar por tonalidades pasteles, pero decapando la pintura y así otorgándole ese aspecto envejecido.
Se suelen usar telas de estilo romántico, por ejemplo, estampados de flores, aportan un aire coqueto y romántico al ambiente. Las cortinas tienen un gran protagonismo, con mucho cuerpo y confección elaborada. Siempre de tonalidades suaves con colores pastel combinado con el blanco.
Velas, candelabros, espejos con marcos en color plata u oro preferentemente, cubos, macetas, jarras o lecheras de metal, botellas de vidrio, cestas de mimbre…
Es imprescindible en toda decoración Shabby Chic, tener una vajilla retro, desde platos hasta juegos de té o de café
Los jarrones se pueden decorar con flores frescas o secas, pero respetando la tonalidad del estilo, colores pasteles o blancos.
¿Qué te parece este estilo? un estilo clásico pero romántico, aportando la belleza de los muebles naturales con aire envejecido pero sin caer en la monotonía del color blanco.
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